07 junio 2010

Trance

Y es con esa sonrisa cautivadora,
que no es ni tuya ni mía,
con la cual saboreo volar,
aunque sea un par de centimetros.

Mil sonidos ahondan
y nos hacen gracias en la cara,
y escuchamos el dulce fluir
de la nueva vida dentro del corazón.

Cuando el no te encierra,
sino que te abriga,
es cuando se puede pensar en paz
y adorar las pequeñas,
y las no tan pequeñas,
cosas que solas nos empapan,
como si de lluvia se tratase.

Y es así que aún sin verte,
creyéndole a mis sentidos que existes,
que sonrío una vez mas,
y abro los brazos a nuestro cielo,
que no está ni arriba ni abajo.
Simplemente
Está al frente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario