16 diciembre 2010

Prioridades

Como hacés para hacerme llorar
CADA VEZ que te leo
cada vez que te imagino.

Qué me hiciste?
Que todo me hace acordar a vos
Qué todo me recuerda a alguien que no conocí

De qué está hecho tu corazón?
como podés con vos misma?
Sabrás que yo no puedo?

La cama me llama a gritos,
sin embargo, las lagrimas que caen a borbotones
no hacen más que llenarme de verguenza.

Yo estoy afuera, de verdad.
No formo parte,
No tengo palabra, no tengo voz,

Y si la tuviera, sería la de cualquier persona
que se preocupa pero sigue su vida como si nada,
No como realmente me pasa

Se me para el mundo, el corazón, todo.
No te quiero oir, ni imaginarte hablando.
No quiero llorar más que vos.

Pero todo, ver posibles culpables,
gente que está sufriendo cosas que no se acercan a tu dolor.
Cosas que no pasan una prueba débil de importancia.

Y acá, con los mocos no dejandome de respirar...
No sé, te honro.
Ya estoy acostumbrado a hacer cosas que no me corresponden

A estar donde no me llaman, y a estar contento.
A ser un desubicado que no entiende.
A ser alguien que no necesitás, no porque no quieras, sino porque sos asi.

Yo calladito te guardo, te escondo entre mi música.
Porque se que es la única carpeta que nunca voy a borrar.
Ojo, no se confunda lector.

Esto no es amor, ni deseo.
Es bastante más simple.
Tuve que estar, y no estuve...
Habrá buenos motivos, Pero no me alcanzan.